El gran jefe.

Ritmo. Me gusta esa palabra. Bien aplicada es incontestable. Para la música, el ritmo es la base y puede hasta convertirse en swing... el famoso swing , por aqui al swing se le llama duende, pero claro, no es lo mismo que el ritmo. Uno es el puente que tiende al otro y , no siempre.

El ritmo es crecimiento, Talin citaba hoy a Confucio " lo importante no es ir despacio sino avanzar siempre", ritmo.

Ritmo es ir a tu aire. A tu ritmo. Es difícil encontrarlo cuando vas en grupeta. Si te saca de él vas jodido, si no entras en él mejor quedarte en casa. Tu tienes el tuyo, yo tengo el mio. Son de esas cosas que de lo fáciles que son , son dificilísimas. ¿ como es el color rojo?, explicaló, defineló. Es imposible.

Pero el secreto radica ahí. En encontrar el tuyo y trabajarlo. En ser constante con él y respetarlo. Si te pasas no llegas, si no llegas no avanzas. Es por eso que la individualidad va pareja con el ritmo. Es como la conciencia, cada uno tenemos la nuestra. Tu sabrás cómo la tienes tranquila, tu sabrás como es el ritmo que tienes que llevar.

El mio es tranquilo, pausado, constante, serio, gruñón, pensativo, doloroso, tan agradecido como desagradecido, cabrón, pero es el mio y tengo que convivir con él. Estamos condenados el uno al otro, aunque a decir verdad, yo, me debo a él

Sales un día, hace sol. Un bidón, unos dátiles, un platano y unas nueces. Por delante la carretera y un tramo horario o unas pulsaciones o una cadencia de pedalada. Yo, la verdad, prefiero ni lo uno ni lo otro. Yo prefiero saber a la hora a la que tengo que llegar. Y le dejo a él que mande.

Soy esclavo de mi ritmo, aunque intento hacerme amigo de él. Unas veces lo consigo , otras muchas no. El día que llego contento es gracias a él, el dia que no llego contento es por culpa de él.

Seguire trabajándolo. No me queda mas remedio. Es un secreto a voces pero los hay que no se quieren dar cuenta. Yo me di cuenta no hace mucho. Me di cuenta que el ritmo , una vez puestos, es el verdadero jefe de este tinglao.

Con Dios.