miércoles, 23 de abril de 2014

paralelismos

Mucho ya sin escribir y no por falta de ganas o por no tener que decir.
Sirva este texto , como paralelismo para el que lo quiera entender y como disfrute y enajenación del alma para el que no lo entienda pero sí lo valore sensorialmente.
Siempre he pensado que el deporte y la música se parecen mucho.
La vida sigue y estamos en constante evolución, unos hacia delante y otros hacia detrás ( que también es evolucionar, a ver que pasa).





Finales de 1920, comienza el swing. Marcado por sus rifts melódicos , éste tipo de Jazz triunfó por todo lo alto durante la década siguiente. Estaba de moda.
 A nivel instrumentación, ésta era la habitual, una sección rítmica con piano , contrabajo y batería , metales como trombón o trompeta y por supuesto saxo y clarinete aunque, por respeto y admiración debo añadir , bajo mi responsabilidad, que algo de cuerda había , vaya que si lo había, existía el jazz gitano, el manouche , por aquel entonces tocaban los señores Reinhardt y Grapelli, en otra liga, al otro lado, pero con la misma intensidad e intención. Pero esta es otra historia.
Hubo músicos que se hartaron del swing , músicos que lo que buscaban no lo encontraban entre partituras sincronizadas y sujetas a un orden "ordenado". Era como si el talento estuviese coartado, sujeto o bien por la fuerza o bien por las circunstancias. 
Caldo de cultivo para lo que estaba por llegar en los años 40.
Llego un momento en el que se buscó la simpleza ritmica, de esa manera cobró mucha importancia el contrabajo, que empezó ( gracias mil ) a tener voz, y la batería , que dejo de marcar el ritmo para ganar libertad expresiva. Aunque lo mas trascendente , aunque todo ello , en suma lo es ya que todo forma parte de un global;  fue que el solista paso a ser esclavo voluntario ( ¿se puede ser esto?)  de  su propio arte y se dejaba zarandear , por la improvisación. Bendita eres.
Habia nacido el bebop.


El jazz es viejo, es un como un cajón desastre en el que casi todo vale. Es difícil, muy difícil. A mi no me gusta todo el jazz, de hecho hay auténticos truños ( para mi) imposibles de escuchar, o bien por estridentes o bien por que simplemente no me gustan. Pero el bebop, esa parte si acostumbras el oído no solo gusta, engancha.
A partir del bebop surgieron otros estilos, a destacar el Cool Jazz cuyo creador o , mejor dicho, el impulsor fue Miles Davis con el lanzamiento de un disco que se llama Birth of the cool. 
Lo que me gusta del jazz es la constante evolución del músico, es la búsqueda incompleta e infinita y la plasmación, en forma de música, de toda esa búsqueda. 
Evoluciona el músico y evoluciona el estílo. 
Llegamos a esa extraña mezcla de Jazz Modal ( creo que mi preferido) y hard bop. Se refuerza en el segundo la sección rítmica y los sólos cobran mas fuerza. Una figura , que afortunadamente vive y sigue tocando, el gran Sonny Rollins, aunque mayorcete sigue siendo , pues eso, un fenómeno: 


Si alguien tiene interés, que no deje de oír su disco Saxophone Colossus… un incunable.
Pero , y aquí soy facilón, el disco de los discos, para mí el que aúna lo mejor de estos dos estilos, lo mejor del modal y lo mejor del hard es el "Kind of blue"… no sé las veces que lo habré podido escuchar, cada vez es como si fuese la primera.
Grabado en dos sesiones , en 1959, por músicos hoy legendarios capitaneados por el gran Miles, un "tal" Cannonball Adderley al saxo alto, Jimmy Cobb a la bateria, Bill Evans al piano ( esto es gloria bendita), John Coltrane ( si Evans es gloria bendita, Coltrane ya ni te cuento) , y Paul Chambers en el contrabajo ( lo que hace en el So What es impresionante).
Pues bien, este disco, este pedazo de disco…. 


Y llego al final de este post en el que, como dice alguien de por aquí, " si te lo tengo que explicar, es que no lo vas a entender" ;-).
Con Dios.