cada cual a lo suyo

es domingo y son las 8 y 10 de la tarde. estoy esperando a que empieze el programa de jesus calleja... es un tio que me cae simpatico y que me provoca cierta envidia cochina (tantoironmantantoironman ;-)).
A mi lado reposa una copita de vino de rioja. no tengo ni puta idea de vinos pero reconozco que me gusta tomarme una copita o dos de vez en cuando, sobre todo si son, lo que yo llamo, vinos tranquilos, conmigo mismo o con algun colega de perrerias.
Leo por ahi sobre la desmotivacion de algunos y sobre el hinchazon de sacro escrotal de otros , y es que , a veces perdemos la perspectiva. Perdemos el norte . A veces nos creemos lo que no somos o , a veces simplemente, nos damos de bruces con la cruel realidad que nos recuerda que no somos quienes creemos o queremos ser. Cuestion de honestidad personal. Cada cual con su rollo.
Me chirrian los oidos cuando leo que para alguien , el triatlon en este caso, es un dogma de fe; una cuestion que esta por encima de temas tan importantes como por ejemplo, ser padre ( algun blog de padre troton -como yo- metido a lides triatleticas que reportan sobre su dia a dia y sobre lo mucho que les construye como personas el cascarse 140 kilometros con la bici, vgr) o marido o hijo o profesional a largo plazo. Lo dicho, cada cual con su rollo.
Respeto profundamente la decision de cada cual (faltaria mas) pero no puedo evitar sorprenderme ante estos casos que, a la larga, se ve de lejos como van a terminar ... o no, quien sabe.
El caso es que a mi me pasó. Hubo un tiempo en el que esto ocupó una parte tan importante en mi vida que olvide otras que , realmente sí que son importantes. Es mas, las importantes eran esas , la otra es mero accesorio.
Por eso hoy dia, con alguna que otra batalla y con la claridad de ideas que da el haber pasado por ese peaje y haberlo pagado digo que, menos lobos caperucita.
Sigo teniendo entrenador, sigo pagando su cuota mensual, sigo con los planes de entrenos, sigo llamandole para cuadrar los entrenos dentro de una vida algo complicada por el factor tiempo y las responsabilidades de un curro autonomo mas las de un padre a veces en apuros. Sigo y seguire ( me conozco). Me mola esto del ironman, me mola entrenar, me mola cascarme como hoy, unos 100 kilometrillos a cara de perro con viento, lluvia e hinchazon de huevos. Me mola. Reconozco que este puto deporte me enganchó y me aporta cosas buenas. Pero ojo, cuidadin que hay que saber separar. A veces es mejor un buen vino con un colega que 3 horas de bici.
Y es ahi donde creo que hay que llegar. A saber diferenciar lo que es algo que te aporta de algo que te tiene trincado por los huevos.
Lo dicho, cada cual a su rollo.
Con Dios.