rutina

Recien levantado, con los pelos a lo afro, me pongo el abrigo y , mecanicamente completo el ritual que me lleva al pipican. Desde que me levanto hasta que me hallo en dicho lugar, pasan no mas de 10 minutos. Un dia de estos, me detendra la policia municipal... por escandalo.
Antes de ese momento, cuando suena el despertador ( el puto y jodido despertador) duermo profundamente. Una vez que el trasto de los cojones emite su primer berrido, tengo a lalola sentada en el lateral de la cama, en mi lado, mirandome fijamente. Los primeros dias me levantaba medio acojonado, no es agradable que te miren asi. Ahora ya, acostumbrado, me levanto, voy al baño mientras dejo la puerta del baño con la rendijita abierta, me la saco y evacuo y antes de terminar, alli esta ella, justamente detras de mi, esperando.
Siempre digo y pienso lo mismo:
- me cago en la puta, coño, joder... ni mear tranquilo, cojones!
Me pongo los pantalones y el jersey, a veces voy sin calcetines ( luego me los pondre) porque me mete prisa con la mirada. Me pongo las zapatillas y el abrigo, hasta ese momento no me he mirado en el espejo. Abro la puerta de casa y camino hacia la calle. En un cristal se ve mi rostro reflejado y pienso:
- joder chulo, como para echarte novia!
Abro la puerta de la urbanizacion y noto como si me arrancaran el brazo. Es lalola , que tiene prisa. Cruzo la carreterilla y la suelto. A menos de 2´el mil encara la recta y volando llega al cesped donde se hace fuerte y donde riega y despues abona. Es una maquina perfecta. Engrasada y puntual, germanica en sus quehaceres mañaneros. Tras recoger civicamente sus flores, me vacila unos minutos hasta que consigo engañarla con una chuche, despues la pongo el gancho y vuelta a casa. Necesito un café.
Creo que a esto lo llaman rutina.

Con Dios.