cosas que pasan.

Viernes, por fin!!. A las tres y media cojo la cabra, quedo con un amigo y tiramos hacia Soto del Real. Por delante al rededor de dos horas y media cómodas. El tiempo, fantastico, sol y muy buena temperatura ... hasta me atrevo con una chaquetilla de primavera.
Se dan todas las circunstancias para que la tarde sea agradable.
Pues no, al final no lo ha sido.
Volviamos ya cuando ciclabamos por una via de servicio correctamente. De repente , a menos de 4 o 5 metros , por detras de nosotros, aparece un autobus que nos indica su presencia con una tocada de claxon increible. Una pitada de muchos segundos. El susto , pues a la altura de la pitada. Monumental. En ese tramo, la calzada es muy rugosa y tiene incluso algun bache puñetero. La velocidad a la que se va con la bici es sobre 40 porque tiende hacia abajo.
La pitada es monumental, como decia.
Cuando un ciclista se asusta, pierde la linea recta y da bandazos. Eso es lo que nos ha ocurrido. Afortunadamente ninguno de los dos nos hemos ido al suelo.
El autobus, de la empresa Montes de Alcobendas, nos ha pasado a menos de un metro de separacion lateral y tocando de nuevo el claxon.
No era una autovia. No era una autopista. Ibamos debidamente, llevabamos nuestro casco. Circulabamos correctamente.
La sensacion de impotencia con la que un ciclista se queda es grande , muy grande. Casi te matan, que no se le olvide a nadie.
Entrabamos ya en el casco urbano e ibamos, no lo voy a negar, detras del autobus. La cosa no podia quedar asi. El tema bien merecia una disculpa por parte del "profesional" que casi nos mata.
Parada. Marquesina. Le preguntamos que de que va. Que por que hace eso. Que si no sabe la que ha podido liar. Que tiene que tener mas cuidado. Que los fragiles somos nosotros y que aunque lo hagamos mal ( no era el caso) eso no le da derecho a poner la vida de nadie en juego... faltaria mas.
La puerta del autobus esta abierta, sube y baja gente. Mi amigo sube al autobus, habla con el conductor acaloradamente ( en serio, solo acaloradamente, es un tio educado) y el conductor, lejos de cualquier acto de disculpa, dice claramente:
- os tenia que haber atropellado, para que os quejeis de verdad.
A la vez, el 90% del pasaje del bus, increpa a mi amigo. El conductor cierra la puerta del mismo y le dice que de alli no sale.
Yo estoy delante del bus, con mi bici y con la de mi amigo. Llamo a la Polica Municipal que viene enseguida. El conductor del autobus me hace fotos a mi. Yo no doy credito. Luego dira que quiere denunciarnos por secuestro... si, claro, a punta de bici, no te jode.
Hay gente que de verdad, solo se merece aprender a bofetones y este tio es de estos.
Viene la policia, gente amable. Les cuento lo que ha pasado. En plan telegrama. Les digo que ellos mismos. Que saquen sus propias conclusiones y que apliquen algo de sicologia, que vean la actitud del conductor y que vean la nuestra. Nada mas. Blanco y en botella.
Viene otro autobus a recoger al pasaje del primero. Llevamos ya alli cierto tiempo. Nada claro.
Los pasajeros se bajan del autobus y al pasar a nuestra vera y a la de los policias , dicen que nosotros no llevamos razon. Un pasajero dice algo asi como:
- yo soy ciclista y estos chavales llevan razon, lo que ha hecho el conductor no se puede hacer. Los demas viajeros tambien le increpan.
Uno nos dice que si pierde una avion que tiene que coger , nos denuncia ( ojala lo pierda , el gilipollas).
Pues bien, a grandes rasgos esto es lo que ha pasado.
Que cada uno saque sus propias conclusiones.
Por mi parte, yo no voy a denunciar. Lamentablemente creo que no hay nada que denunciar porque no ha pasado nada.
Lo que si hare es intentar hablar con el jefe , el responsable, el dueño de esta empresa de autobuses , y dare queja sobre este conductor.
No creo que tampoco le pase nada a este individuo.
A lo mejor, con un poco de suerte, el hijo o el mismo responsable de esta empresa , sea un ciclista como yo. Y me entienda. Y actue en consecuencia.
Lo peor, pues que esto volvera a ocurrir porque mientras no tengamos una educacion vial como Dios manda, seguiremos leyendo, por desgracia, noticias sobre ciclistas atropellados por gentuza como este ser con el que me he topado hoy.

Con Dios.